«La huerfana» y la madre que la parió.


Pocos carteles con tan pocos detalles, transmiten tanto.

Puede ser confuso el título de esta nueva crítica pero desde luego, tras salir de la sala de cine, es fácil pensar eso mismo al menos en el 99% de los casos y es que, pocos personajes en la historia del cine transmite tanta maldad como nuestra «querida niñita» Esther.

«La huerfana» supone un nuevo modo de entender el terror, mezclando los tópicos mas clásicos del genero, como la escena en la que se abre el armario con espejo del baño y… ¿Pasa algo?… o momentos de apagón de luz y linterna, como otros no tan tópicos donde el terror se hace tan real, que podria pasar perfectamente por un caso verídico en cualquier tipo de sociedad y clase donde todo comienza como la hipotética historia feliz de una familia feliz y que poco a poco, todo se corrompe como el caracter de Esther, que encarna Isabelle Fuhrman en un primer papel en su corta carrera y a decir verdad, promete y mucho, sus registros de «Angel y/a demonio» cuando el guión lo manda, son bastante buenos para una debutante.

Y hasta aquí la crítica, porque su hilo argumental es tan fragil en el sentido de desvelar facilmente claves importantes, que lo mejor es verla y llevarse la «sorpresa final».

Por arriesgar y ofrecer algo distinto, un 7. Y a la compañía, un 10 🙂

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